¿Realidad singular local o marca comercial y turística? Contraste de indicadores de longevidad por cantón entre la “zona azul” de la península de Nicoya y el resto del país

Esteban Barboza Núñez, Jairo Jiménez Torres

Marzo, 2023

 

Introducción

En los últimos años el concepto, o, mejor dicho, la marca “zona azul” ha venido ganando terreno en la península de Nicoya, especialmente en los cantones de Nicoya, Hojancha y Nandayure, en donde se localiza.  También se utiliza con fines comerciales en cantones que no están considerados dentro de la denominada “zona azul”, pero en los cuales operan emporios que sacan provecho de la marca.  Así vemos que existen hoteles, empresas de bienes raíces, agua embotellada, marcas de alimentos, y hasta un cantón, Nicoya, que hacen referencia al concepto y lo utilizan con fines turísticos, políticos y de imagen comercial (Arroyo, 2022). 

Este aprovechamiento de la marca ha venido generando una serie de supuestos, de los cuales la actividad turística e inmobiliaria de la región han sacado el mayor beneficio.  En estos se tiende a asociar el asentarse en la región, el invertir en bienes raíces, o el hospedarse en ciertos lugares que siguen determinados patrones estandarizados de hábitos de vida saludable, con la promesa de longevidad, la obtención de buena salud, y la posibilidad de llevar un estilo de vida relajado y equilibrado. 

También se tiende a asociar ciertos recetarios con la promesa de una larga vida y buena salud, supuestamente propias de la zona, aunque no necesariamente estén estrictamente relacionados o derivados de la cocina y la cultura locales.  En este reporte, se hará un primer acercamiento para intentar corroborar hasta qué punto la región en cuestión realmente constituye una zona diferenciada, en cuanto a indicadores de longevidad -como reza la marca-, del resto del país, o si, por el contrario, es la marca y su interés comercial lo que se impone y obnubila los datos reales.     

 

Blue Zones” (Derechos reservados)

Toda esta tendencia generada por la marca Blue Zones, que se acrecienta a paso firme en la región, tiene un origen claramente trazable. En el año 2004 los demógrafos Giovanni Pes y Michel Poulain publicaron en la revista Experimental Gerontology un estudio en el cual identificaron, en la provincia de Nuoro, en la isla de Cerdeña, Italia, una gran concentración de hombres centenarios (Poulain, Pes 2004).  Un tiempo después, el autor estadounidense Dan Buettner, basándose en el trabajo previo de Pes y Poulain, señaló otras regiones del mundo (Loma Linda, en California; Okinawa, en Japón; y la península de Nicoya, en Costa Rica), como lugares que también presentaban mayores índices de pobladores longevos.  Luego, en conjunto con Poulain, el mismo Buettner identificaría una quinta zona, la isla de Ikaria, en Grecia (Buettner, 2016).

Buettner registró las zonas señaladas con el término Blue Zones, y creó una marca registrada de su propiedad.  Desde entonces, la idea gestada por Buettner ha venido creciendo en popularidad en Costa Rica, y, recientemente, como se apuntó anteriormente, ha tomado más importancia y se ha utilizado, con sutiles variaciones, con fines turísticos y de otras actividades comerciales.

Sin embargo, la marca o concepto “zona azul” no está exenta de controversia.  Críticos como Harriet Hall argumentan que las “zonas azules” pueden ser un mito construido a partir de información falsa que se ha querido pasar como ciencia (Hall, 2021).  Específicamente señala a Cerdeña y Okinawa, en donde no se ha podido verificar la verdadera edad de muchos centenarios porque los certificados de nacimiento no existen, porque fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, o bien falsificados para obtener pensiones de guerra.  El mismo problema señala Saul Newman, otro crítico del concepto de “zonas azules”, quien argumenta que los datos de lugares como Okinawa o Cerdeña no corresponden con lo que se especula sobre esas regiones (Newman, 2019). 

Ambos autores sostienen que, a partir de la idea de “zonas azules”, se ha intentado construir explicaciones que justifiquen por qué en estos lugares supuestamente hay tantos longevos.  Entre tales justificaciones está la dieta, los modos de vida y la cuestión genética.  En la misma página oficial de la marca Blue Zones es posible notar el énfasis que se hace en ciertos hábitos de alimentación y estilos de vida, supuestamente inspirados en las regiones seleccionadas, que pueden conducir a una mejor calidad de vida y a una mayor longevidad (ver página oficial: https://www.bluezones.com/articles/).

No obstante, cuestiones como la dieta tampoco son indicadores de una vida larga y saludable en las regiones en cuestión.  Ivo Pirisi, biólogo nativo de Cerdeña y especialista en temas relacionados con nutrición y longevidad, afirma que en las regiones de dicha isla consideradas “zonas azules,” la dieta tradicional de las personas que ahora son longevas está basada en la carne de cerdo, oveja y granos, muy pocas frutas y pocas verduras, y prácticamente nada de mariscos, ya que estas regiones se encuentran en las partes interiores y montañosas de la región.  Sin embargo, la dieta de la isla que se quiere compaginar con la longevidad, que es la que está basada en frutos de mar, alrededor de la costa, no tiene ninguna relación con las “zonas azules” del interior de Cerdeña (Pirisi, 2022).

Esto podría sugerir, como sostienen los críticos mencionados anteriormente, que se utiliza la marca con fines comerciales, para promocionar el turismo y ciertos hábitos de alimentación y de vida que se ajustan más a ideales modernos y occidentales que a las dietas y modos de vida propios de los lugares en cuestión.  En la península de Nicoya se promociona la triada maíz, frijoles y calabazas, aunque la dieta diaria de la población de la región es mucho más variada e incluye productos que no necesariamente serían vistos como aptos para consumir y llegar a ser longevos, tal y como sucede en Cerdeña.  Basta con repasar algunas de las recetas que se promocionan en el sitio web oficial de Blue Zones, que dicen seguir “las pautas de las zonas azules para la longevidad”, para constatar que son bastante modificadas y selectivas, y no reflejan realmente la totalidad de la cocina tradicional de la región. Más bien proyectan un tipo de cocina más acorde con ciertas expectativas bien estructuradas desde occidente acerca de lo que es “comida sana”. 

 

Corroboración de datos: “zona azul” vs. el resto del país

En el caso de la península de Nicoya, los críticos externos han dado pocos datos para debatir los supuestos de Buettner y su exitosa marca. Generalmente en la región se ha dado por sentadas las ideas promocionadas por el escritor estadounidense y, como se apuntó anteriormente, en los últimos años se utilizan para fines específicos, que van desde los políticos hasta los turísticos y comerciales. 

La investigación académica y científica publicada en Costa Rica acerca de las “zonas azules”, especialmente la de la península de Nicoya, es bastante escasa.  Un recorrido por el repositorio Kimuk, del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), que cosecha toda la producción académica proveniente de revistas científicas de las universidades públicas costarricenses, da fe de ello. 

Existen pocos artículos con suficiente rigor académico que traten de buscar una explicación a la supuesta longevidad de la “zona azul” de la península de Nicoya.  Entre ellos destaca el estudio de Mora-Alvarado et al. (2015), sobre la relación entre el consumo de aguas duras y la longevidad en la península de Nicoya; o bien, la memoria del I Encuentro de Zonas Azules, organizado por la Universidad Nacional en 2017, en el cual se recopilan ponencias que versan sobre gerontología, estilos de vida saludables, espiritualidad, arte y actividad física en adultos mayores (Segura, 2017).  La escala de rigurosidad académica y científica de estos trabajos varía, pero en ninguno se somete a prueba la veracidad, comparada con otras partes del país, de la supuesta mayor longevidad de los pobladores de la península.

El demógrafo Luis Rosero-Bixby también ha publicado trabajos que versan sobre el asunto.  Cabe destacar el artículo en el que argumenta que el índice de mortalidad en hombres de más de 60 años en Nicoya es menor que en otras áreas del país, lo que no ocurre con las mujeres.  Afirma que este índice es independiente de las condiciones socioeconómicas, no lo presentan los hombres migrantes, ya sea externos o internos, y se debe a menores índices de mortalidad debido a enfermedades cardiovasculares.  Además, sostiene que la mayor longitud de los telómeros, un indicador de longevidad, está presente entre los longevos de Nicoya (Rosero-Bixby et al, 2014).  Este podría ser un dato bastante determinante, pero el artículo no compara la longitud de los telómeros de los longevos de la península de Nicoya con los de longevos de otras regiones del país.

 

Metodología para un análisis comparativo de longevidad  

Por parte del Observatorio de Turismo, Migraciones y Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional (OBTUR), nos dimos a la tarea de utilizar datos estadísticos y demográficos básicos, a partir de información proveniente del censo del 2011, del Instituto Nacional de Estadística y Censos, como un primer acercamiento, para comparar la “zona azul” de Costa Rica, que comprende la península de Nicoya, con el resto del país. 

En un primer momento, se tomó en cuenta cuatro indicadores básicos.  El primero y más obvio es la esperanza de vida al nacer; el segundo, el porcentaje de personas mayores de 80 años y menores de 90 de la totalidad de la población, por cantón; el tercero, el porcentaje de personas mayores de 90 años; posteriormente, el porcentaje de personas mayores de 100 años, también del total de la población, por cantón. 

Se tomó las muestras de estos indicadores de todos los cantones del país -83- para comparar, en primera instancia, los resultados por cantón, no solo dentro de la “zona azul”, sino también en el resto del país, y así poder verificar si realmente existe una diferencia sustancial entre la longevidad de esta región y el resto del territorio costarricense.

En un segundo momento, y para hacer más exhaustiva la búsqueda de la muestra, se recolectaron datos por distrito, que es la división mínima con la que trabaja el Instituto Nacional de Estadística y Censos.  Se comparó los números, por distrito, de los porcentajes de personas de 80 a 89 años, y de más de 90 años, tanto de los distritos comprendidos dentro de los cantones de la “zona azul”, como en aquellos aledaños que no pertenecen a los tres cantones cuya totalidad del territorio está dentro de la zona delimitada.  Finalmente, se calculó el porcentaje de personas de más de 90 años que vivían en todos los distritos del país, y que habían nacido en el mismo cantón al cual pertenece cada distrito.  

 

Resultados

La esperanza de vida al nacer sería el indicador más básico y obvio para corroborar los supuestos de las “zona azul” de Costa Rica y la longevidad de sus habitantes.  Según la tabla que se expone a continuación, se enlistan los diez cantones costarricenses con mayor esperanza de vida al nacer.  Además, se incluyen los cantones localizados en la “zona azul”, aunque no estén entre los diez primeros.  Se escogió, como primera aproximación, la división por cantones como la unidad mínima para trabajar la muestra, ya que se pueden identificar fácilmente tres cantones que componen la “zona azul” -Nicoya, Hojancha y Nandayure- más que regiones socioeconómicas o provincias.

Tabla 1. Esperanza de vida al nacer (hombres y mujeres) por Cantón en Costa Rica. (Fuente: PNUD, 2016)

Puesto

Cantón

Provincia

E.V (años)

1

Turrubares

San José

85.9

2

Belén

Heredia

83.9

3

San Mateo

Alajuela

83.7

4

Atenas

Alajuela

83.3

5

Montes de Oca

San José

82.7

6

Santo Domingo

Heredia

82.4

7

Hojancha

Guanacaste

81.7

8

La Unión

Cartago

81.6

9

San Ramón

Alajuela

81.5

10

Tarrazú

San José

81.4

35

Nicoya

Guanacaste

80.0

67

Nandayure

Guanacaste

78.3

 

 

 

 

A partir de esta información, se puede corroborar que la esperanza de vida al nacer no es un factor sobresaliente en la “zona azul” de Costa Rica.  Solamente un cantón de dicha zona está entre los diez primeros.  Nicoya se ubica en las partes intermedias -de un total de 83 cantones- y Nandayure está entre los cantones con menor esperanza de vida al nacer.  Este dato, en primera instancia, desmiente la primera premisa de la marca “zonas azules,” la longevidad. No es necesariamente cierto que las poblaciones de las “zonas azules” de Costa Rica vivan más que las del resto del país.

Dado que se podría argumentar que la esperanza de vida al nacer es un indicador muy general, se intentó buscar datos más específicos, relacionados directamente con la longevidad, cantidad y porcentaje de personas que habían vivido muchos años con relación al total de la población de cada cantón.  En un primer momento, se colectan datos acerca del porcentaje de personas con edades entre 80 y 89 años; en un segundo momento, de 90 años o más; y finalmente, el porcentaje de personas con 100 años o más.  La siguiente tabla señala el porcentaje de personas mayores de 80 años y menores de 90, por cantón, y el porcentaje que representan de la población total de cada cantón:

El número de distritos que comprenden la “zona azul” son los siguientes, por cantón: Nicoya 7, Hojancha 5, Nandayure 6, Santa Cruz 2, y Puntarenas 3.  Es decir, un total de 23 distritos se encuentran dentro de la zona.  De esos 23 distritos solamente nueve están entre los primeros 100 con mayor porcentaje de población entre 80 y 89 años, y 11 entre los 100 con mayor porcentaje de personas mayores de 90 años.  Estos números tampoco indican una diferencia significativa con respecto al comportamiento demográfico del resto de los distritos del país en cuanto a esas variables etarias, por lo que no se puede afirmar que los distritos de la “zona azul” destaquen sobre los demás en cuanto a estas características.   Entonces, incluso a nivel distrital, no es posible afirmar una diferencia entre la denominada “zona azul” y el resto del país.

Finalmente, se llevó a cabo un análisis, a nivel distrital, de las personas de más de 90 años que vivían en un determinado distrito y que habían nacido en el cantón al cual pertenecía ese distrito.  Es decir, se trató de determinar qué porcentaje de las personas nonagenarias eran nativas del cantón en el que moraban.  Esto se llevó a cabo con la intención de ver si las personas más longevas de cada distrito eran nativas del lugar, o bien, si provenían de otros cantones.  De este modo se puede corroborar si un nonagenario que viva en un determinado lugar realmente ha nacido en ese lugar, o en zonas aledañas, para así descartar que sea una persona que se haya mudado, en algún momento de su vida, de otro cantón que no sea “zona azul”.

Los resultados arrojaron datos sorprendentes.  Hay un total de 32 distritos en los cuales el total de los nonagenarios son nativos del cantón al cual pertenece ese distrito. De esa cantidad, 13 son distritos pertenecientes a cantones San José, 6 a cantones de Alajuela, 5 a cantones de Cartago, 2 a cantones de Puntarenas, y 4 a cantones de Guanacaste.  Los 4 distritos guanacastecos son Nacascolo, Cuajiniquil, Tamarindo y Líbano.  Ninguno de estos cuatro distritos se ubica dentro de la denominada “zona azul”.

Solamente seis distritos pertenecientes a la “zona azul” se encuentran entre los primeros cien distritos con los porcentajes más altos de nonagenarios nativos del cantón al cual pertenece ese distrito, y que aún vivan en el mismo cantón. Mansión de Nicoya ocupa la posición 40; San Antonio, también de Nicoya, la posición 45; San Pablo de Nandayure, la posición 43; Santa Rita de Nandayure, el puesto 47; Quebrada Honda de Nicoya, el 59; y el distrito central de Nicoya, el 64.  Es decir, ni siquiera yéndonos a revisar escenarios tan específicos como este se logra ver una diferencia sustancial entre la denominada región de la longevidad y el resto del país.      

 

Tabla 2. Porcentaje de personas mayores de 80 y menores de 90 años con relación a la población total del cantón.  Fuente: elaboración propia a partir de datos del INEC (censo 2011).

Puesto

Cantón

Provincia

Población 80-89 años

Población total

Porcentaje

1

Montes de Oca

San José

1252

49132

2,55%

2

Tibás

San José

1490

64842

2,30%

3

San José

San José

6284

288054

2,18%

4

San Mateo

Alajuela

131

6136

2,13%

5

Nicoya

Guanacaste

1074

50825

2,11%

6

Goicoechea

San José

2251

115084

1,96%

7

Belén

Heredia

401

21633

1,85%

8

Santo Domingo

Heredia

728

40072

1,82%

9

Puriscal

San José

594

33004

1,80%

10

Moravia

San José

1020

56919

1,79%

15

Hojancha

Guanacaste

124

7197

1,72%

19

Nandayure

Guanacaste

188

11121

1,69%

 Es posible observar que solamente Nicoya se encuentra entre los diez primeros cantones con mayores porcentajes de personas con las edades señaladas.  Hojancha y Nandayure no están entre los diez cantones con mayor porcentaje de personas en ese rango de edad.  Los cantones que se ubican en los primeros ocho puestos, con excepción de Nicoya y San Mateo, son todos del Valle Central, y con índice de desarrollo humano muy alto.  Si bien es cierto, hay un cantón de la denominada “zona azul” dentro de los diez primeros, hasta el momento no se nota ningún destaque de la denominada “zona azul” en este rango de edad que la diferencie de otros cantones.

Tabla 3.  Porcentaje de personas mayores de 90 años con relación a la población total del cantón.  Fuente: elaboración propia a partir de datos del INEC (censo 2011).

Puesto

Cantón

Provincia

Población + 90

Población total

Porcentaje

1

Nandayure

Guanacaste

61

11121

0,548%

2

San Mateo

Alajuela

31

6136

0,505%

3

Nicoya

Guanacaste

249

50825

0,489%

4

Montes de Oca

San José

225

49132

0,457%

5

Montes de Oro

Puntarenas

59

12950

0,455%

6

Hojancha

Guanacaste

31

7197

0,430%

7

Tibás

San José

278

64842

0,428%

8

San José

San José

1209

288054

0,419%

9

Santa Cruz

Guanacaste

230

55104

0,417%

10

Belén

Heredia

90

21633

0,416%

 

La tabla anterior indica que, en cuanto a porcentajes de personas mayores de 90 años, los tres cantones comprendidos dentro de la “zona azul” sí se ubican entre los diez primeros del país.  Sin embargo, con excepción de Nandayure, no existe una diferencia sustancial entre Nicoya y Hojancha, por un lado, y otros cantones que nada tienen que ver con la “zona azul”, pero que presentan porcentajes muy similares de personas de más de 90 años entre su población. 

Se podría argumentar que los cantones externos a la “zona azul” que aparecen al mismo nivel que los tres cantones en cuestión presentan un índice de desarrollo humano muy alto, lo mismo que la esperanza de vida al nacer, como ocurría en la tabla 2, y que por esa razón tienen porcentajes de nonagenarios similares a Nicoya, Hojancha y Nandayure.  Sin embargo, San Mateo, cantón que se ubica por encima de Nicoya en cuanto a porcentaje de personas

mayores de 90 años, tiene un índice de desarrollo humano muy por debajo de la media -puesto 77 de 83 cantones- a pesar de tener una esperanza de vida entre los diez primeros (ver tabla 1).  Lo mismo sucede con Montes de Oro, que se ubica por encima de Hojancha.  Es un cantón rural, de la provincia de Puntarenas, con una esperanza de vida entre las peores del país (puesto 79 de 83 cantones), a pesar de tener el puesto 20 en cuanto a índice de desarrollo humano.

A continuación, se realizó el mismo ejercicio, pero con el porcentaje de personas mayores de 100 años, por cantón, según la tabla que aparece a continuación:

Tabla 3.  Porcentaje de personas mayores de 100 años con relación a la población total del cantón.  Fuente: elaboración propia a partir de datos del INEC (censo 2011).

Puesto

Cantón

Provincia

Población + 100

Población total

Porcentaje

1

Montes de Oro

Puntarenas

7

12950

0,054%

2

Hojancha

Guanacaste

3

7197

0,041%

3

La Cruz

Guanacaste

7

19181

0,036%

4

Turrubares

San José

2

5512

0,036%

5

Nandayure

Guanacaste

3

11121

0,026%

6

Corredores

Puntarenas

11

41831

0,026%

7

Bagaces

Guanacaste

5

19536

0,025%

8

Nicoya

Guanacaste

13

50825

0,025%

9

Upala

Alajuela

11

43953

0,025%

10

Zarcero

Alajuela

3

12205

0,024%

 

Como se puede notar, la cantidad de centenarios es demasiado baja en todos los cantones, incluso entre los diez primeros, como para ser estadísticamente significativa en relación con la cantidad total de pobladores del cantón.  Aún así, en los datos que se recogen, se puede observar que no existe diferencia significativa, en cuanto a porcentaje de centenarios, entre los cantones que ocupan las diez primeras posiciones, con excepción, tal vez, de los cuatro primeros, entre los cuales, solo uno se ubica dentro de la “zona azul”.

Seguidamente, se procedió a hacer un análisis a nivel distrital.  Este análisis permite tener mayor precisión, dado que accede a examinar no solamente los distritos de los tres cantones claramente localizados en la “zona azul”; también posibilita la examinación de distritos que no se ubican en estos cantones, pero que forman parte de la península de Nicoya, como Lepanto, Cóbano y Paquera, que pertenecen a Puntarenas, o bien algunos distritos del cantón de Santa Cruz que limitan con Nicoya.  Se hizo el análisis en dos rangos etarios: de 80-89 años, y más de 90 años. 

Se examinó un total de 474 distritos, y se puso especial énfasis a los 100 distritos con mayores porcentajes de población de esas edades.  En el primer rango etario, entre los 100 primeros distritos, nueve pertenecen a la “zona azul”; en el segundo rango etario, es decir, más de 90 años, el número de distritos de dicha zona sube a 11.  A continuación, se muestran las tablas con los distritos:

Tabla 5.  Porcentaje de personas mayores de 80 años y menores de 90, a nivel distrital, con relación a la población total del distrito. Incluye solamente los distritos localizados en la “zona azul” que se ubican entre los 100 primeros.  Fuente: elaboración propia a partir de datos del INEC (censo 2011).

Puesto

Distrito

Cantón

Porcentaje de personas de 80-89 años con relación al total de la población del distrito

11

Quebrada Honda

Nicoya

9,76%

13

Bolsón

Santa Cruz

9,67%

17

San Antonio

Nicoya

8,41%

27

Diriá

Santa Cruz

7,86%

28

Mansión

Nicoya

7,82%

38

Belén de Nosarita

Nicoya

6,92%

57

Carmona

Nandayure

6,01%

63

Hojancha

Hojancha

5,87%

64

Nicoya

Nicoya

5,85%

Tabla 4.  Porcentaje de personas mayores 90 años, a nivel distrital, con relación a la población total del distrito. Incluye solamente los distritos localizados en la “zona azul” que se ubican entre los 100 primeros.  Fuente: elaboración propia a partir de datos del INEC (censo 2011).

Puesto

Distrito

Cantón

Porcentaje de personas de 80-89 años con relación al total de la población del distrito

6

Santa Rita

Nandayure

2,57%

9

San Antonio

Nicoya

2,28%

17

Quebrada Honda

Nicoya

2,08%

20

Carmona

Nandayure

2%

22

Zapotal

Nandayure

1,98%

28

Huacas

Hojancha

1,71%

36

Hojancha

Hojancha

1,61%

40

Lepanto

Puntarenas

1,51%

59

Nicoya

Nicoya

1,38%

71

Porvenir

Nandayure

1,29%

83

Belén de Nosarita

Nicoya

1,24%

 El número de distritos que comprenden la “zona azul” son los siguientes, por cantón: Nicoya 7, Hojancha 5, Nandayure 6, Santa Cruz 2, y Puntarenas 3.  Es decir, un total de 23 distritos se encuentran dentro de la zona.  De esos 23 distritos solamente nueve están entre los primeros 100 con mayor porcentaje de población entre 80 y 89 años, y 11 entre los 100 con mayor porcentaje de personas mayores de 90 años.  Estos números tampoco indican una diferencia significativa con respecto al comportamiento demográfico del resto de los distritos del país en cuanto a esas variables etarias, por lo que no se puede afirmar que los distritos de la “zona azul” destaquen sobre los demás en cuanto a estas características.   Entonces, incluso a nivel distrital, no es posible afirmar una diferencia entre la denominada “zona azul” y el resto del país.

Finalmente, se llevó a cabo un análisis, a nivel distrital, de las personas de más de 90 años que vivían en un determinado distrito y que habían nacido en el cantón al cual pertenecía ese distrito.  Es decir, se trató de determinar qué porcentaje de las personas nonagenarias eran nativas del cantón en el que moraban.  Esto se llevó a cabo con la intención de ver si las personas más longevas de cada distrito eran nativas del lugar, o bien, si provenían de otros cantones.  De este modo se puede corroborar si un nonagenario que viva en un determinado lugar realmente ha nacido en ese lugar, o en zonas aledañas, para así descartar que sea una persona que se haya mudado, en algún momento de su vida, de otro cantón que no sea “zona azul”.

Los resultados arrojaron datos sorprendentes.  Hay un total de 32 distritos en los cuales el total de los nonagenarios son nativos del cantón al cual pertenece ese distrito. De esa cantidad, 13 son distritos pertenecientes a cantones San José, 6 a cantones de Alajuela, 5 a cantones de Cartago, 2 a cantones de Puntarenas, y 4 a cantones de Guanacaste.  Los 4 distritos guanacastecos son Nacascolo, Cuajiniquil, Tamarindo y Líbano.  Ninguno de estos cuatro distritos se ubica dentro de la denominada “zona azul”.

Solamente seis distritos pertenecientes a la “zona azul” se encuentran entre los primeros cien distritos con los porcentajes más altos de nonagenarios nativos del cantón al cual pertenece ese distrito, y que aún vivan en el mismo cantón. Mansión de Nicoya ocupa la posición 40; San Antonio, también de Nicoya, la posición 45; San Pablo de Nandayure, la posición 43; Santa Rita de Nandayure, el puesto 47; Quebrada Honda de Nicoya, el 59; y el distrito central de Nicoya, el 64.  Es decir, ni siquiera yéndonos a revisar escenarios tan específicos como este se logra ver una diferencia sustancial entre la denominada región de la longevidad y el resto del país.     

Discusión final

En este primer acercamiento a una corroboración de índole demográfica acerca de la supuesta longevidad y alta concentración de personas de edad avanzada en la apelada “zona azul” de Costa Rica, se ha podido corroborar que realmente ninguno de los indicadores aquí consultados, tanto a nivel cantonal como distrital, muestran una significativa diferencia entre los cantones de Nicoya, Hojancha y Nandayure, y el resto del país, así como de los distritos fuera de estos cantones que también se ubican dentro de la “zona azul”.  Si bien es cierto, estos cantones se ubican entre los primeros diez del país en cuanto a porcentaje de nonagenarios y centenarios, no existe una diferencia sustancial con relación a los otros cantones ajenos a la “zona azul” que también se colocan entre los primeros diez. 

Lo mismo sucede con los distritos, que muestran un desempeño moderado y nada destacado, en comparación con otros distritos de otras regiones del país.  En cuanto a esperanza de vida al nacer, el indicador universal más evidente de longevidad, queda claro que no existen números en estos tres cantones que indiquen que sus pobladores sean más longevos que los demás habitantes del país.

Es recomendable un mayor acercamiento por parte de la academia para investigar de forma más exhaustiva e independiente los supuestos indicadores de longevidad de la región, que, como se puede notar a partir de este primer acercamiento, son más difusos y menos sobresalientes de lo que se ha querido reconocer.  La pesquisa científica producida en el país acerca de este tema debe profundizar en cuanto a exhaustividad.  Hace falta mayor corroboración, especialmente mayor comparación entre los indicadores demográficos de la región en cuestión, y el resto del país. 

Se debe ir más allá de los supuestos que difunden la idea que la región analizada es sinónimo de longevidad y buen vivir, en buena medida provenientes de partes interesadas, principalmente por razones comerciales.  Esto es especialmente necesario, principalmente porque en principio la designación de las zonas azules debería estar amparada por números empíricamente corroborables. 

En cuanto a actividades relacionadas con el turismo, la imagen de la región, y otras actividades comerciales, es necesario hacer análisis más exhaustivos en cuanto al grado en que el uso de esta marca realmente representa un beneficio para las poblaciones locales, y, principalmente para los adultos mayores de la zona.  A menudo, los emporios comerciales que hacen uso de la marca o aluden a ella no necesariamente se involucran con las comunidades locales al grado de convertirlas en justas beneficiarias de un factor de su cultura que es usufructuado con fines monetarios y de imagen.

Por último, hacen falta más estudios demográficos, estadísticos y antropológicos para ver si existen características en común entre las personas de edad avanzada en la denominada “zona azul”.  A menudo explicaciones como las que enfatizan estilos de vida saludable, actividad física, sentido de la vida, y lazos familiares fuertes parecen obedecer más a la especulación y a la necesidad de encontrar explicaciones que encajen con los supuestos de la marca que con investigaciones sesudas y exhaustivas.  Lo mismo parece suceder con otros intentos explicativos, como la cuestión genética o étnica.  Con un aumento de la investigación en este tema se podrían esclarecer, confirmar o desmentir los principales supuestos que se han difundido principalmente en el ámbito turístico.   

Estos estudios podrían contribuir a orientar mejor el uso de la marca, principalmente por parte de actores políticos, como los gobiernos locales, instituciones públicas dependientes del Gobierno costarricense, o bien instituciones de educación, como las universidades públicas. 

 

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