Pese a aumento sostenido de llegada de turistas e inversión extranjera directa desde 2020, reducción de la pobreza entre personas ocupadas en actividades de alojamiento y construcción se estanca en Guanacaste
Esteban Barboza
Abigail Lizano
Octubre, 2025
La llegada de visitantes a la provincia de Guanacaste vía el aeropuerto Daniel Oduber no ha dejado de aumentar desde la crisis sanitaria de 2020. Ya en el año 2022, con un ingreso de 660 mil turistas a través de ese aeropuerto, se superaron las cifras anteriores a la pandemia, de 600 mil visitantes en 2019. En el año 2024, la cifra alcanzó los 881 viajeros que ingresaron a través de dicho aeropuerto.
No obstante, pese al aumento sostenido entre 2020 y 2024, lo que podría significar una derrama económica mayor no parece reflejarse en los datos sobre la pobreza y la pobreza extrema entre personas ocupadas en actividades de alojamiento y servicios de comidas.
Si bien es cierto, la pobreza entre las personas ocupadas en esta actividad descendió considerable de 2020 a 2021 y 2022, en los años posteriores el porcentaje parece haberse estancado. Los dos primeros años se explican a partir del descenso abrupto de visitantes debido a la emergencia sanitaria. Sin embargo, pese a la recuperación, en los tres últimos años los niveles de pobreza parecen haberse estancado.
Los datos, obtenidos a partir de información proporcionada por la Encuesta Nacional de Hogares, muestran pocas variaciones en los tres últimos años, todo esto a pesar del aumento del número de visitantes.
Figura 1. Nivel de pobreza extrema y no extrema entre las personas ocupadas en actividades de alojamiento y servicios de comidas en Guanacaste, 2020-2024 por porcentaje y en forma de gráfico. Elaboración propia a partir de datos del INEC.
Figura 2. Llegadas internacionales de turistas al aeropuerto Daniel Oduber, 2020-2024. Elaboración propia a partir de datos del ICT.
Por otra parte, en la actividad de la construcción, los datos tienen ciertos paralelismos con respecto al empleo en áreas relacionadas con el turismo. Lo incluimos porque en la Guanacaste de los últimos cinco años ha habido una estrecha relación entre el turismo y la inversión extranjera directa en forma de infraestructura que será utilizada dentro de la actividad, ya sea como sitios de hospedaje, segundas residencias, o bien, para alquileres temporales en plataformas como Airbnb o Booking.
Durante los años 2020, 2021 y 2022 hubo un aumento explosivo del porcentaje de personas dedicadas a esta actividad en situación de pobreza. Para el 2023 estas cifras descendieron, pero no lo hicieron significativamente el año pasado, cuando más bien se notó un leve aumento en el índice de pobreza no extrema, tal y como se puede ver en la figura siguiente.
Figura 3. Porcentajes de pobreza extrema y no extrema entre personas dedicadas a la construcción en Guanacaste, 2020-2024. Fuente, elaboración propia a partir de datos del INEC
Estas cifras contrastan con el explosivo desarrollo inmobiliario que ha experimentado la región desde 2020 y que, como se puede ver en el siguiente gráfico, mostró un crecimiento continuo hasta alcanzar 845 mil metros cuadrados registrados ante el CFIA solamente en proyectos habitacionales en 2023.
La gran mayoría de esos proyectos, no obstante, están dedicados a ser utilizados como segundas residencias, o bien como casas de alquiler temporal para turistas. A la par de este aumento explosivo en este tipo de construcciones, ha caído, en la presente administración, la construcción de viviendas de interés social.
Figura 4. Cantidad de metros cuadrados construidos en Guanacaste en proyectos habitacionales 2020-2024. Fuente: elaboración propia a partir de datos del CFIA.
En el año 2024, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, los cantones guanacastecos con mayor visitación e infraestructura turística y de segundas residencias tampoco mostraban índices de desarrollo humano acorde con la promesa de derrama económica, tanto de la actividad turística como de la construcción.
El mejor ubicado entre estos cantones es Liberia, que ocupa el puesto 36 entre 84 cantones, seguido por Nicoya, en el puesto 41, Carrillo, en el 48, y Santa Cruz, que, irónicamente, a pesar de concentrar los mayores índices de visitación e infraestructura inmobiliaria dedicada al turismo, se posiciona en el puesto 51.
Todos estos indicadores muestran la prevalencia de un sistema turístico y un modelo de desarrollo con alcances cuestionables cuando se trata de impactar positivamente a las poblaciones locales. Tal cantidad de inversión y visitación traducidas en tales beneficios más bien sugiere la prevalencia de un modelo extractivista en el cual la exclusión de las poblaciones locales de dicha derrama no es un fallo del modelo en sí, sino más bien parece ser una parte de su constitución y funcionamiento.